
Que el deporte nos enfrenta es un hecho que nadie puede negar, pero el problema surge cuando la confrontación llega más lejos de lo, en este caso, meramente futbolístico. El partido entre el Boca Juniors y el River Plate tuvo que suspenderse justo cuando empezaba el segundo tiempo, algo que ocasionó el lanzamiento de gas lacrimógeno sobre la manga que conducía a los jugadores al terreno de juego.
Sin embargo, el partido octavos de final de la Copa Libertadores disputado en la Bombonera ya estaba siendo el reflejo de lo antideportivo incluso antes de la suspensión de éste, ya que la rivalidad entre ambos equipos se mostraba tanto en las gradas como en el campo.
Asimismo, los jugadores del River tuvieron que ser escoltados de camino al vestuario, ya que gran parte de los aficionados del Boca permanecieron en el estadio con la intención de impedir la salida de la Bombonera al equipo contrario.
De momento, se ha abierto un expediente disciplinario al Boca Juniors donde la Conmebol denuncia los hechos que imposibilitaron la continuidad del partido, dando entonces al River como el vencedor en la ronda.
Créditos: Natacha Pisarenko | AP